jueves, 29 de octubre de 2009

Margen de error

En la vida... a uno le toca la mayor parte de las cosas por "reparto" o "naturaleza", también llamado por algunos otros, azar o destino.
Pero no debemos olvidarnos -nunca- de que esa misma vida nos da a veces -y por cierto, muy pocas veces- la posibilidad de elegir. Y elegir me lleva en seguida a pensar en otra palabra: decidir. Pienso, reflexiono, decido, elijo y luego actúo. Hoy en día este juego de no más de cinco palabras suelen aplicarlo al revés o en desorden. Primero decido, luego elijo; actúo y quizás más tarde reflexiono y pienso. Si la mayoría nos es impuesto por la vida misma, no deberíamos equivocarnos en esas pocas elecciones que nos delega a nuestro propio juicio. Ser (auto)críticos, degustar, saborear y saciarse de pensar, juzgar, equivocarse, antes de elegir. Porque luego será tarde y habremos dado un pasó más. Un paso adelante sin retorno. Habremos dado vuelta la carta correcta o tirado en falso los dados. Pero el cubo los dados suelta y ya en la mesa la partida está. Y se pasa la ronda, se pasa la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario